martes, 18 de agosto de 2009

Declaración de los estudiantes secundarios que realizaron el escrache a los medios en el programa CQC

Los amigos de Luciano Arruga que, semanas atrás interrumpieron el programa televisivo Caiga Quien Caiga, denunciando el silencio mediático que sufre su amigo, secuestrado y desaparecido por las fuerzas policiales, emitieron el siguiente comunicado:.

A la sociedad argentina:
Sobre lo sucedido el lunes 3/08/09 en la emisión Nº490 de CQC:
Como ya es sabido, somos 2 estudiantes secundarios de la capital federal que manifestaron su asco ante el silencio atroz de las instituciones democráticas y los medios masivos de comunicación sobre el caso Luciano Arruga. Caso que refleja que con esta llamada democracia de mafias peronistas y políticos-empresarios millonarios, y un gobierno que ostenta una política defensora de los derechos humanos, no asegura los derechos humanos para los pobres, porque no los considera parte de la sociedad, sino que los cataloga y trata como basura que debe ser limpiada y removida para lograr un bonito paisaje. ¿Democracia es solo “elegir” gobernantes a través de un voto?
Refiriéndonos al suceso, queremos responder a una pregunta muy reiterada estos días: ¿fue válido el método?
Nuestra respuesta es; sí. El objetivo fue, desde un principio, que se rompa el silencio, y el grito “Luciano Arruga” se escuchó, y se sigue escuchando aún hoy en variados medios de comunicación. El caso está sobre la mesa, y excede toda discusión subjetivo-ideológica. Con comprensión o no, 8 millones de ustedes esa noche, y otros tantos en los días sucesivos, escucharon el grito que surge del hartazgo y de la indignación. Y es un grito claramente político (no le tememos a esa palabra), es también un grito cargado de verdad. Es política porque es denuncia. Y tales verdades y denuncias abundan hoy en el país que dijo “Nunca Más”, de ellas cargamos el grito. El grito por los muertos en protestas sociales, por los muertos del gatillo fácil, por el maestro Fuentealba, por Bru, por Kosteki, por Santillán, por Bulacio, por los muertos del 20 de diciembre… El grito por la tercera desaparición de Julio López, quién fue desaparecido en la dictadura por primera vez, hace 3 años por segunda, y en el completo olvido de esta pasiva-televisiva sociedad, la vez tercera.
Todos ellos están en nuestra cabeza, por tal, están en nuestros actos, donde desde el primero hasta el último de los mencionados, desde el primero al último de los 30000, es reivindicado en las luchas populares. “La sangre de los caídos es rebelión”.
Somos pibes de 17 años y no pretendemos pintar la interrupción del programa CQC como nada más que lo que fue: un recurso desesperado para que los sin voz, recuperen su lugar en el proscenio de la pantalla hueca, en contexto relajado e hipócrita, para lograr instalar un nombre con contundencia y dejar, con suerte, algunas cabezas pensando en las palabras “desaparecido en democracia”.
Sin embargo, creímos necesaria esta declaración porque no compramos la mentira de que cada vejación que sufre el pueblo es una isla, un hecho inconexo con todos los demás. Vemos, abrazamos, entendemos y asumimos a la realidad como un todo. La desaparición de Luciano Arruga nos muestra la existencia de un estado democrático, represivo y asesino, que trabaja silenciosamente. Nosotros elegimos asesinar el silencio, con las medidas que creemos necesarias. La acción en vez del discurso, y la solidaridad como forma de vida. Aclaramos, que no lo conocíamos a Luciano, que no somos ni familiares, ni éramos compañeros suyos, pero hoy si, somos compañeros de sus familiares y amigos, a quienes apoyamos incondicionalmente en esta búsqueda de justicia.
Reiteramos: somos pibes de 17 años. Parte de una juventud a la que vaciaron a medias. Porque los jóvenes hoy, no estamos perdidos. Estamos drogados, con espejismos de felicidad, con la tele. Con humo, mucho humo proveniente del escenario de algún ídolo que tiene club de fans, o de algún pipazo de base financiado por algún puntero amigo del comisario del barrio.
Pero también existen, como nosotros, los que nos drogamos con sentir, y escuchar la voz de los marginados, de los excluidos, los pobres. También existen, los que nos drogamos con la lucha, con el humo del piquete, nos drogamos con libros que hablan de socialismo, y una sociedad sin clases, sin opresores ni oprimidos, donde todos tengan paz, pan y trabajo, “darse” con eso en esta sociedad posmodernista modelo 2009, donde la derecha fascista nos moja la oreja, y la historia, junto con la memoria, parecen no haber existido nunca, es bastante peligroso. Encima, podemos tener un poco de lucidez y ver que estas drogas nos alejan abismalmente de nuestra compañera juventud, pues, entonces, retrocedemos, y les contamos en el colegio, donde es que anduvimos. Porque estuvimos ahí, en el piquete, en el desalojo, en la calle.... Y así vamos usando nuestras jóvenes vidas como un puente, para llevar la realidad de la lucha, de la opresión, de la dignidad, a la realidad de nuestros compañeros alienados, que compran personalidades envasadas, o tienen miedo de decir quiénes son, o van despertando y criticando, y se acercan con una odiosa sumisión al centro de estudiantes.
Los que quieran decir, que todo esto es política, que lo digan, pero que sostengan con sinceridad, donde es que están parados hoy, y que cuenten como sueñan el mañana.
Los que quieran condenarnos por interrumpir un programa de televisión sosteniendo que no es la forma, que pongan en el “google”, “Corcovado- Chubut- terrorismo de estado”, y se enteren de otra impunidad ahogada en el silencio kilométrico de nuestra Argentina democrática.
A los que nos apoyaron en la medida, les decimos gracias, y les pedimos, que no aflojemos y gritemos por Luciano en los subtes, que escribamos las paredes (otro método inválido para romper el silencio) y que intervengamos, sin miedos, por él y por todxs.
Nosotros aprendimos una cosa de los palazos, los gases lacrimógenos, el silencio y la indiferencia: de la única manera que concebimos luchar, es con acción directa, sin tibieza, con contenido y hasta las últimas consecuencias. Así se lucha, y así se gana.
Fernando Franquet y Tomás Martínez

NdE: la semana pasada CQC decidió armar un informe basado en el caso de Luciano Arruga sobre todos los casos de gatillo fácil que ocurren en el país.

Ver nota anterior: Cuando Caiga pierde el humor y su falso progresismo se hace evidente
Otras notas: Reclamo a seis meses de la desaparición

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