viernes, 14 de agosto de 2009

Opina el Diario Hoy sobre "El gobierno futbolero"

El encuentro entre Cristina y el titular de la AFA puso de manifiesto la verdadera prioridad del kirchnerismo. El drama del Estado ausente y los negocios que están en puerta
La “reunión cumbre” que ayer fue protagonizada por la presidenta Cristina Kirchner y el titular de la AFA, Julio Humberto Grondona, mostró que la prioridad del Gobierno nacional no pasa por combatir los escandalosos niveles de pobreza, como así tampoco busca soluciones para reactivar una economía que está en recesión. Ni siquiera tiene en agenda iniciativas que permitan frenar la ola de inseguridad que diariamente suma nuevas víctimas a lo largo y ancho del país. Para esos dramas, el Estado está ausente.
Resulta evidente que la principal preocupación del kirchnerismo es meterse o controlar el negocio del fútbol, movida que está motivada exclusivamente por la pelea que mantiene con el monopólico Grupo Clarín.
Ayer, los funcionarios y los dirigentes de fútbol no tuvieron empacho en decir que se reunirán todas las veces que sean necesarias en la casa Rosada, durante los próximos días, para encontrar una salida al conflicto por la televisación de los partidos. Lamentablemente el tiempo que están dedicando la Presidenta y sus acólitos colaboradores a este tema es el mismo que no están dispuestos a dar para ponerse a trabajar en serio y encontrar las soluciones que le exigió la ciudadanía el 28 de junio, cuando le propinó un verdadero chachetazo en las elecciones legislativas.
En las páginas de este diario, en reiteradas ocasiones, hemos expresado la necesidad de desmonopolizar y democratizar el manejo de la información. Y también dimos cuenta oportunamente de cómo el kirchnerismo, que ahora se rasga las vestiduras contra Clarín, fue el que permitió que ese grupo asumiera una posición hegemónica en el mercado de la televisión por Cable (al avalar la fusión de Cablevisión y Multicanal), que le permite controlar sin competencia una actividad que mueve $ 6 mil millones anuales en concepto de abonados. También mantuvo inalterable el fabuloso negocioso de Papel Prensa, que maneja el mismo monopolio en sociedad con el Estado, lo que provoca que tenga un control absoluto de la venta de papel de diario en la Argentina.
Otro cuestión alarmante es que uno de los principales protagonistas de toda esta historia -Julio Humberto Grondona- es la misma persona que hace más de treinta años conduce con mano de hierro la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que pactó con todos los gobiernos (civiles y militares) y que fue el mismo que no hace mucho tiempo entregó en bandeja el negocio del fútbol a Clarín. Difícilmente una persona con estos antecedentes ahora pueda convertirse en un mártir de la democratización informativa.
No se puede estar en contra de que casi 40 millones de argentinos tengan la posibilidad de acceder gratuitamente al fútbol, el deporte más popular de nuestro país. Pero en el mundo K no todo lo que brilla es oro: no vaya a ser que detrás de esta movida surja un nuevo grupo monopólico que se quede con gran parte del negocio.
Sospechosamente ayer se oficializó que la empresa Telefónica de Argentina, que tiene el control absoluto de las telecomunicaciones en gran parte del país, se asoció con la firma norteamericana DirectTV para lanzar un paquete que incluye llamadas locales ilimitadas, banda ancha y televisión satelital. ¿No será este el plafón necesario para que la telefónica se meta en el negocio del fútbol y se quede con los derechos televisivos?, ¿no se estará desvistiendo un santo para vestir a otro?
En definitiva, con la seudoestatización del fútbol, los Kirchner no hacen más que cumplir una de las máximas que planteó Nicolás Maquiavelo en el siglo XV cuando escribió que todo príncipe (gobernante) “está obligado a proporcionar fiestas y espectáculos a sus pueblos”. Pero a igual que sucedió con la fiesta menemista de la década pasada, es muy probable que ahora la fiesta futbolera la termine pagando el conjunto del pueblo argentino con sus impuestos.
Antecedentes de ello no faltan dado que ahora la ciudadanía está soportando en sus espaldas el sostenimiento de una empresa como Aerolíneas Argentinas, que antes de estatizarse fue vaciada por grupos privados inescrupulosos bajo el amparo de los gobiernos de turno, incluido los Kirchner. Difícilmente el kirchnerismo, que tiene fecha de vencimiento, ahora esté dispuesto a cambiar.

El camino hacia canal 7
Si bien todavía no se cerró el nuevo contrato con la TV, ya se empieza a mover el mercado periodístico. Se escucha cada vez con más fuerza que Marcelo Araujo sería el relator principal de canal 7 y que lo acompañaría su ex ladero Enrique Macaya Márquez.
Incluso se habla de que los periodistas Tití Fernández y Marcelo Benedetto podrían integrar ese equipo, que transmitiría a River o Boca.
Según la versión, Fernando Pacini haría el segundo comentario y Alejandro Fabbri (ya es columnista del canal) integraría el staff principal.
El esquema sería como el actual: dos partidos el viernes, cuatro el sábado y cuatro el domingo. No hay certezas de cómo llegarán las imágenes al interior, donde el 7 no tiene repetidoras, y si podrán pasar los goles antes de las 24.

TyC pide ayuda a la embajada de EEUU
La empresa Torneos y Competencias pedirá “auxilio diplomático” a la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires. Es por la rescisión del contrato por parte de la AFA y el gobierno argentino para televisar el fútbol profesional.
Así lo anticipó el presidente de TyC, Marcelo Bombau, en declaraciones al programa
A dos voces, que se emite por la señal de cable TN.
Bombau explicó que TyC acudirá a la embajada norteamericana porque la empresa cuenta con inversores extranjeros de capitales estadounidenses.
“Lo que me han dicho estos días los inversores sobre la Argentina es irreproducible”, remarcó Bombau, quien además calificó de “semana trágica” al plazo durante el cual la AFA decidió rescindir su contrato con TyC.
De hecho, tras el anuncio de la AFA de dar por terminado el contrato con la empresa Televisión Satelital Codificada (TSC) y sus asociadas, se espera una fuerta batalla legal con demanadas superiores a los 1.500 millones de pesos.

Fuente: Diario Hoy

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