domingo, 2 de septiembre de 2012

"La información de los diarios casi nunca responde a lo que está pasando, sino a lo que dicen que está pasando"

La celebración del centenario del Diario La Gaceta traerá por primera vez a Tucumán al periodista Bastenier. El maestro español disertará en el Virla este martes. Un proyecto de declaración en la Cámara de Diputados de la Nación, un regalo del pueblo de J.B. Alberdi y más cartas se suman a la fiesta
Por: Nora Lía Jabif, njabif@lagaceta.com.ar
Para el millar de alumnos de las carreras de Comunicación que en la última década se han repartido entre la Universidad Nacional de Tucumán y la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, el nombre Miguel Ángel Bastenier (69) es sinónimo de proclamas movilizadoras como "la objetividad en periodismo no existe" o de su "teoría del marciano", en la que postula que hay que escribir sin sobreentendidos, de modo tal que un ET que aterrice un día cualquiera en la Tierra pueda entender lo que le cuenta el periódico, aunque él no conozca nada sobre el tema. Esos son apenas algunos aderezos de "El blanco móvil", manual que el columnista y editorialista del diario español El País publicó en 2001 y que, entonces, vino a quitarle el polvo a los textos tradicionales de redacción periodística.
Ocho años después, en "Cómo se escribe un periódico", recordó una premisa que a veces parece haber quedado olvidada: que la primera fidelidad del periodista hispanoamericano debe ser a su lengua, el español. En ese libro también analiza el estado de la cuestión del periodismo latinoamericano. La visita de Bastenier, que forma parte de los festejos por el centenario de La Gaceta, incluye un curso intensivo para la redacción del diario y una conferencia abierta al público prevista para este martes a las 20.30 en el Centro Cultural Virla. El título de esa charla es "El periodismo latinoamericano en la encrucijada" y esta entrevista/cuestionario (confeccionada en un ida y vuelta de correos) ofrece un anticipo de lo que el maestro de periodistas propondrá en su primer contacto con la audiencia tucumana.

¿A qué se refiere cuando dice que el periodismo latinoamericano está en la encrucijada?
La respuesta completa tendría que ser muy larga, pero digamos que, dado lo minúsculo que es el mercado de prensa en toda Latinoamérica y la avalancha de lo digital -no solo periódicos sino también redes sociales- parece difícil que los medios de papel (y digitales) lleguen a crecer como sí lo hicieron en Europa y Estados Unidos para llevar a cabo una función de socialización, democratización y educación de las clases medias. La encrucijada sería, por tanto, el empeño por hacer realidad esa socialización avanzada, especialmente a través del medio digital, porque de ello depende el futuro de la democracia en América Latina.

¿Cree que alguna vez llegará a cansarse de enseñar y escribir en periódicos? ¿Tiene algún plan para ese momento?
Enseñar es lo más divertido que he hecho en mi vida. Y ver mi firma en el papel prensa es un placer de una intensidad que autoriza a decir la palabra que nunca debemos usar los periodistas: 'indescriptible'.

¿Ha habido una época de oro del periodismo? ¿Cuáles fueron los ingredientes de ese éxito?
Entre los 70 y el comienzo de los 90. Europa estaba en la cúspide de su riqueza y el bloque soviético se desmoronaba en estas últimas fechas. Contarlo fue glorioso.

¿Hay épocas más estimulantes que otras para hacer periodismo? ¿Hay lugares más estimulantes que otros?
Hasta la II Guerra eran París y Londres; desde 1945 hasta fines del siglo XX, Nueva York y Washington; hoy, Pekín, El Cairo, Teherán y, confiemos en que, en un futuro no muy lejano, Buenos Aires, México, Bogotá y Río o Brasilia. -¿Por qué esa elección?-Los lugares que mencioné fueron (y todavía en alguna medida son) importantes para la práctica del periodismo porque, en primer lugar, había posibilidad de hacer buen periodismo y porque en ellos se decidía la suerte -por lo menos- del mundo occidental. Ya veremos si en China llega a haber alguna vez verdadero periodismo con libertad de expresión y, por ello, compite un día con las ciudades citadas.

En este "mundo aldea" en el que conviven públicos tan diversos y ante el desafío de no hacer "periodismo de instituciones", ¿cómo debe hacer un periódico para satisfacer a toda esa diversidad de lectores y para detectar cuáles son sus intereses?
Hay que ir derechos a la gente, cosa que no hacemos. La Gaceta, igual que la inmensa mayoría de los diarios latinoamericanos da un 80 y hasta un 90% de información procedente de fuentes oficiales, que aunque se procese debidamente, casi nunca responde a lo que está pasando, sino a lo que dicen que está pasando. Pero, ¡cuidado!, lo que la gente dice tampoco va a misa por definición, sino que hay que filtrar, elaborar y 'traducir'.

¿Cómo define el estado de salud de la libertad de prensa en la región?
Densidad democrática baja y, en algunos casos, insignificante.

¿Cómo explica la explosión de fenómenos políticos como Correa, Chávez y Cristina?
Cristina, pese a todo, no es Chávez ni Morales; y Correa, aunque él parece que se empeña en demostrar lo contrario, tampoco. Pero los tres bolivarianos (confío en que Cristina sea por lo menos sanmartiniana) son fruto de la injusticia, de la desigualdad galopante, de la explotación del ser humano. Pero Argentina no es exactamente así porque, pese a sus gravísimas debilidades, tuvo a un señor Perón. Y no es que Perón fuera un demócrata, que no lo era, pero modernizó Argentina y le dio a la clase obrera un lugar en la sociedad que ya no ha abandonado pese a las dictaduras varias que ha sufrido el país, y que ha hecho que fuera bastante menos injusto que muchos otros de América Latina. Chávez no le está dando a Venezuela la medida de justicia social que el general Perón le dio a Argentina.
¿Qué le ha pasado al periodismo en los últimos diez años?
Hoy se lee más que nunca, pero ya no en papel. Un mundo que creíamos establecido y duradero está más que crujiendo bajo nuestros pies.

¿Cuáles son las cualidades que un periodista hispanohablante debería cultivar?
La lengua y la lectura; la curiosidad intelectual; el esfuerzo por ampliar sus conocimientos, en especial, de la historia de los países de habla española.

Usted acuñó la expresión "el chip latinoamericano" para referirse a un modo de ser de la prensa de esta región. ¿Puede definirlo brevemente?
Lenguaje retórico, administrativista como de un documento, síndrome que llamo de la complicación, heredado de la colonia, afición a hacer prólogos antes de comenzar a contar la historia. Pero el término exacto es "chip colonial".

¿Cuál es la clave del periodismo anglosajón, su favorito?
Al periodismo lo inventaron los ingleses y, como el tiempo es oro, no conciben que hagan falta 200 palabras para lo que sobra con 100. Escepticismo básico, trato correcto pero no servicial ni de camaradería con las fuentes, entre otras muchas cosas.

Usted ha escrito que el mejor modo de aprender periodismo es leer la prensa anglosajona y literatura. ¿Tienen sentido, entonces, las carreras universitarias de periodismo?
Sí. Hay unos conocimientos complementarios de tipo socio-cultural que se adquieren en las universidades, que nunca están de más. Y no olvidemos que en el bar de las facultades se hacen amigos para toda la vida.

¿Para qué sirve un periódico? ¿Se imagina un mundo sin información?
La comunicación (redes sociales) está comiéndole el terreno a la información. Esperemos que esta resista, porque perder la información profesionalizada sería un gravísimo empobrecimiento de nuestro mundo.

Si le pido que mire el mundo como ese famoso marciano que usted inventó, ¿cómo lo ve: muy sombrío o no tanto? ¿Qué cosas, si las hay, le dan esperanzas?
Interesantísimo. El drama resultará siempre más creativo que la bienaventuranza.

Contar las cosas que pasan y enseñar el oficio
Licenciado en Historia y Derecho, y graduado en Periodismo, Bastenier comenzó su carrera en medios catalanes hasta que, en 1982, ingresó en El País, matutino líder en el mundo hispanohablante. Es profesor de la Escuela de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid-El País y, además, maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano. Este año, la Universidad de Columbia (EE.UU.) reconoció su labor periodística y docente con el premio Maria Moors Cabot.
Fuente: Diario La Gaceta

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