miércoles, 20 de febrero de 2013

Lluís Bassets: "El periodista debe "reinventarse" ante el flujo continuo de la información"

'El último que apague la luz', con este título tan aparentemente pesimista sobre el futuro del periodismo, el periodista y director adjunto del diario 'El País', Lluís Bassets, arranca su ensayo, editado por Taurus, en el que reflexiona sobre el cambio en el modelo de negocio que vive la prensa y afirma que los periodistas tienen la obligación de "buscarse la vida" para seguir haciendo periodismo de calidad
'El último que apague la luz', con este título tan aparentemente pesimista sobre el futuro del periodismo, el periodista y director adjunto del diario 'El País', Lluís Bassets, arranca su ensayo, editado por Taurus, en el que reflexiona sobre el cambio en el modelo de negocio que vive la prensa y afirma que los periodistas tienen la obligación de "buscarse la vida" para seguir haciendo periodismo de calidad.
"Debemos hacerlo sí o sí, no es un problema de optimismo y pesimismo, la dificultad ahora es mucho mayor, pero debemos hacerlo", ha señalado en una entrevista con Europa Press el periodista, que ha reivindicado la verificación de las informaciones como "el núcleo del oficio" que hay que preservar e "intentar mantener en el nuevo mundo digital", en el que el modelo de negocio es mucho más "caótico" que el de los medios de comunicación tradicionales.
Para Bassets, a partir de ahora "ya no hay una formula que sirva para todo". "Hemos tenido una época de oro, empresarialmente y para los periodistas, en que había muchos periódicos en el mundo, con amplísimas redes de corresponsales, pero esto se acabó. Esto no lo vamos a ver nunca más y tenemos que ver cómo nos espabilamos para intentar organizar el periodismo de forma que podamos dar información veraz", ha indicado.
En este sentido, el periodista ha argumentado que la "vieja institución" del periódico, entendida como "la empresa familiar que daba empleo a centenares de personas, desde obreros manuales hasta intelectuales más destacados del país" y que actuaba como "contrapoder que se miraba cara a cara con el poder" está "en trance de desaparecer" tras casi dos siglos de vida y ser sustituido por un "'boom' de la información mucho más diverso, más caótico y menos estable", con unos ingresos probablemente inferiores.
En su opinión, la desaparición de los periódicos impresos, que se pronosticaba hacia el 2043, "se adelanta dos décadas como mínimo", es decir, dentro de diez años, estos medios se habrán desvanecido prácticamente y este cambio viene impuesto, sobre todo, por la demanda de los ciudadanos.
"La información es un flujo continuo. Hace 20 años, con dos periódicos, dos informativos de televisión y radio, estabas muy informado. Hoy en día no basta", indica Bassets, quien ha construido su libro en torno a "cinco meditaciones" basadas en su propia experiencia de 40 años en el oficio.
"La audiencia tiene ahora acceso directo a la información, a las fuentes, a los documentos. El mundo está lleno de cámaras que controlan, que graban", dice, al explicar la desaparición de la "mediación" que ofrecía el periodista entre noticia y lector.
"Hay una demanda de una audiencia muy amplia (...) pero la demanda actual no es la demanda homogénea, estereotipada", comenta, y destaca que se requiere una oferta adecuada a las necesidades individuales, cada vez más especializada.
"El mercado informativo tiene como tracción la demanda. Antes los periodistas determinábamos lo que el público tenía que consumir, ahora es la demanda del público. La comunicación de masas ha dejado de existir; se ha fragmentado", manifiesta.
Para Bassets, está agonizando el "negocio" de la prensa, y la "burbuja" en la que ha vivido la prensa escrita "ya ha estallado".
"Hay ahora una exuberancia de medios, de conocimiento; los jóvenes periodistas son mucho mejores, más preparados; tienen más cultura general; mejores agendas; pero el periodismo es una actividad mucho más difícil", comenta.
"La información es un chorro continuo que requiere de gente que ponga balizas... por allí debemos encontrar pistas", subraya.
En su libro, resalta, hay un "doble movimiento", el análisis frío y la resistencia: reconocer lo que está pasando, pero también buscar la manera de resistir, y para evitar que se cierre "este cuello de botella", apuesta por una buena utilización del espacio digital.
"El lector lo que busca son referencias, marcas, nombres, cabeceras fiables", comenta. Están ganando terreno lo que son las "marcas personales" frente a las marcas corporativas.
Invita a "saber recoger los datos que nos da el público, para dar lo que nos pide", aunque sin apartarse del "periodismo de calidad" y relatando la información desde dónde está la noticia.
El problema es cómo encontrar la financiación. Existen ejemplos de "esponsorización", pero tal vez no sea la solución. Habrá que "buscarse la vida", "garantizar la financiación" del trabajo.
"Trasladar nuestra cultura profesional con nuestras normas del trabajo bien hecho a las redes sociales (...) y cuidar la imagen" en estas redes, recomienda.
"Hasta ahora la confianza y la credibilidad venían dadas por una cabecera buena. Ahora queremos que cada día se nos demuestre esta credibilidad", dice, poniendo como ejemplo lo ocurrido en Túnez o Egipto cuando los manifestantes creían lo que les llegaba por las redes sociales y no lo que contaba su prensa tradicional.
"Periodismo y democracia son dos conceptos unidos: no puede haber democracia sin periodismo, buen periodismo", afirma.
"Estar donde sucede el hecho y tener la capacidad cultural para contarlo. Es el ideal del oficio y del momento periodístico", dice Bassets, que ha dedicado su libro a los corresponsales de guerra.

El papel tiene un "futuro muy corto"
Concretamente, sobre el horizonte de los periódicos en papel, el periodista ha opinado que "tienen un futuro muy corto", aunque ha reflexionado que "alguno sobrevivirá" y ha señalado que tampoco en esto existe un modelo único. Así, ha recordado que mientras algunas cabeceras han tomado la decisión de dejar de imprimirse en Estados Unidos, otras están optando por limitar su edición impresa al fin de semana.
Sin embargo, Bassets ha afirmado que los periodistas no deben "resignarse" ni esperar "a que acuda un genio del mundo digital a resolver el problema", sino que deben "reinventarse" para que "siga existiendo periodismo de calidad". Para ello, ha opinado que los modelos de pago en Internet son "imprescindible", aunque también ha apuntado a otros "experimentos" que están funcionando, como por ejemplo la ONG ProPublica, que financia sus trabajos periodísticos a base de donaciones.
Además, Bassets ha recordado que para emprender este cambio los periodistas cuentan con unos medios para hacer su trabajo "extraordinarios", con un mayor acceso a fuentes y a bases de datos, gracias a las nuevas tecnologías, y con mejor preparación que nunca. "El mundo de ayer no es mejor que el mundo de hoy", ha apuntado.
Por todo ello, ha argumentado que hay que reconocer el estado en que se encuentra la industria y "no rendirse" en lo fundamental. "Esto se acaba y ahora hay que esforzarse por salvar el núcleo más valioso y definitorio de nuestro oficio que es la verificación de las informaciones, que es la veracidad, para intentar mantener esta cultura en el nuevo mundo digital", ha concluído.
Nacido en Barcelona en 1950, es periodista, director adjunto del diario 'El País' y columnista en las páginas de información internacional de este periódico. Ha sido corresponsal en París y Bruselas. Es autor, entre otros libros, de 'La oca del señor Bush' (2008) y coautor con Javier Solana de 'Reivindicación de la política'. Mantiene un blog sobre política europea e internacional titulado 'Del alfiler al elefante'.
Fuente: Europa Press y EFE

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