viernes, 25 de marzo de 2016

Clarín enojado: "Macri volvió a entregar contenido exclusivo a un medio extranjero"

Clarín.com analiza la comunicación presidencial, sostiene que las actividades de su equipo de comunicación "en algunas redes sociales generan preguntas sobre el acceso a la información pública y la relación del Gobierno con la prensa". Lo cierto que tanto Clarín, La Nación -en medios gráficos- son quienes reciben mayor atención del gobierno macrista. Con la firma de Juan Marcos Bouthemy, el digital edita:
Una novedad de esta semana fue la cobertura “íntima” de la visita de Barack Obama a Buenos Aires que hicieron los que manejan la comunicación del presidente argentino a través de Snapchat. En esa nueva red social, que apunta específicamente a audiencias jóvenes a través de videos cortos y fugaces, difundieron imágenes de los preparativos y realización de la recepción que Mauricio Macri brindó a su par estadounidense en la Casa Rosada.

Fue la primera vez que el equipo de comunicación del presidente argentino siguió con dispositivos móviles los pasos de funcionarios y asistentes a través de Snapchat, y logró hacerlo hora-a-hora y con el tono distendido y colorido que pregona esa plataforma para dispositivos móviles.

Para ver esos videos, que mostraban desde la preparación de decoraciones hasta comentarios de ministros y embajadores, y desde un saludo de la primera dama hasta el histórico ingreso de Barack Obama a la casa de gobierno, los usuarios debían acceder a Snapchat desde sus teléfonos.
El resto de los medios no recibieron ninguna de esas imágenes ni tuvieron permisos para registrar esa “intimidad”. Snapchat tuvo la exclusiva y el resto de los medios digitales y televisivos intentó ingeniar formas (nada sencillas) de capturar y reproducir las imágenes para sus audiencias.
El equipo de Macri cubrió el evento con “un teléfono”, que accedió a perspectivas excepcionales del acontecimiento histórico, y no se la entregó a ninguno de los canales de televisión argentinos. Ni siquiera publicó esa cobertura a través de las cuentas de Mauricio Macri o Casa Rosada en Twitter, Facebook o Youtube (salvo breves extractos). Y tampoco ofreció las imágenes a las aplicaciones para dispositivos móviles de los principales medios digitales argentinos: ni los usuarios de las apps de Clarín, La Nación, Infobae o TN.

De esta novedad pueden desprenderse, al menos, sospechas sobre la disposición del equipo de comunicación de Macri de garantizar el libre acceso a información pública. La cita del presidente argentino con Barack Obama es un acto de Estado, así como lo son prácticamente todas las actividades que hace Macri desde el 10 de diciembre de 2015. La realización de una cobertura audiovisual oficial y su entrega a un medio extranjero como Snapchat, cuya plataforma no favorece la reproducción libre de los contenidos en otros medios, no es la forma más conveniente de hacer publicidad de los actos de un gobierno republicano y democrático.

Lo mismo había hecho el equipo de comunicación presidencial hace pocas semanas. El 1 de marzo, con motivo de la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, habían entregado en exclusiva a Facebookla transmisión de la llegada del presidente a la Asamblea Legislativa. El resto de los medios tuvieron que depender de las reglas de esa red social para el uso de contenidos (bastante menos laxas que, por ejemplo, las de Twitter o Youtube).

A esta situación se llega, en parte, porque en el sector de la prensa aún muchos no se han acostumbrado a considerar a Facebook, Snapchat, Instagram, Twitter o Youtube como medios de comunicación, así como lo son Clarín, Telefe o radio Mitre. A la vez que compiten por la misma pauta publicitaria, compiten por tener los mejores contenidos periodísticos. Y a un gobierno no le corresponde favorecer el negocio o la cobertura de uno sobre otros; sino lo contrario.

Macri es el presidente más popular del mundo en Facebook, y el nuevo Gobierno, que ya cumplió 100 días, parece muy interesado en involucrarse en estas plataformas digitales, en relaciones que tocan y exceden lo periodístico. En especial con Facebook, que es una red social para reencontrarse con amigos lejanos y también una de las siete empresas más grandes del planeta y que se expande en numerosos negocios.

La Casa Rosada organizó esta semana que la pregunta de un usuario de Facebook fuera leída a Obama y al presidente argentino en una conferencia de prensa en la que sólo dos periodistas profesionales de medios argentinos fueron autorizados a hacer preguntas. Y en enero, el Gobierno ya había anunciado que se prepara para utilizar la aplicación “Facebook at work” como parte de las reformas de modernización del Estado.
Hay quienes argumentan que esas transmisiones y videos en Facebook y Snapchat correspondían a la comunicación de Mauricio Macri y no de la Casa Rosada. Sin embargo, está menos claro para quién y con qué fines trabaja el equipo que produjo estos contenidos, que a quién le corresponde difundir este tipo de actividades del gobernante. Además,la mismísimas cuentas oficiales de Casa Rosada en Twitter y Facebook, por ejemplo, se encargaron de difundir la cobertura entregada en exclusiva a Snapchat.
Y en uno de esos posteos, incluso, el Gobierno promete directamente que en Snapchat “vas a poder ver momentos del día y lugares que habitualmente no aparecen en otros medios”.

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