domingo, 1 de abril de 2007

Las aguas pasan, la bronca queda

La imagen es de la Revista Risario del año 86. Pasada la gran inundación la tapa mostraba una peatonal que desbordaba de agua y un título que lo decía todo "Terrible tragedia: Se inundó la Peatonal. Consternación oficial: "La culpa la tuvo San Pedro", afirmó el ministro de Obras Públicas", (ah! el precio de tapa era de 1 austral). Pero esto fue hace mucho tiempo...

La lluvia termina, como la paciencia de muchas y muchos. Ahora es tiempo de acompañar a los que están en la mala. El regreso será duro con las huellas que llevan días en irse y ni que hablar de las que dejan marcas profundas en el alma.
Quizá no sea tiempo de reclamos, pero si de hacer memoria.
Buscando en viejos papeles encontré algunos datos llamativos. Risario registraba las secuelas que habían dejado la inundación, Horacio Uzandizaga, intendente de la ciudad recorrió la barriada inundada acompañado por el Ministro Conrado Storani y el Tati Vernet, Risario preguntaba si era cierto que escucharon una catarata de palabrotas de algunos inundados desconfiados de las “prontas soluciones”.
El MoVeR (Movimiento Vecinalista de Rosario) que llevaba varios años de lucha decía en un comunicado de 1986: “Que se concreten las obras de infraestructura hidráulica que posibiliten el escurrimiento ordenado y orientado de las aguas, que se finalicen las obras del plan integral de desagües, iniciado en 1971, y paralizado en la actualidad y terminar los emisarios 9 y 10 con todos sus ramales secundarios y terciarios; la presa de embalse de regulación y el conducto desviador del arroyo Ludueña, y las urgentes obras que reclama la gente de Villa Gobernador Gálvez; canalización, profundización y ensanchamiento de los arroyos Ludueña, Saladillo y defensas laterales de hormigón para evitar periódicos desbordamientos”.
Algunos dirigentes políticos hicieron algo: pedidos de informes, proyectos de ley, y proyectos integrales.
La lucha de los vecinos de Ludueña englobados en NuMaIn, Nunca más inundaciones, consiguió tiempo después la presa retardatoria, pero faltan las obras complementarias.
En 1986- Alberto A. Natale pide la construcción presa de retención arroyo Ludueña y. profundización arroyo Saladillo.
Raúl Lamberto presenta un Proyecto de Comunicación, en el 2004, donde pide la Canalización Arroyo Ludueña.
“La Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe vería con agrado que, el Poder Ejecutivo, por intermedio del Ministerio de Asuntos Hídricos, proceda a acelerar la ejecución de las obras de canalización y entubamiento final del arroyo Ludueña, conforme a licitación ya efectuada, así como al retiro de sedimentos en el disipador de energía y en el vertedero y a reparar la erosión de los terraplenes de la presa retardadora del Arroyo Ludueña.”
Este proyecto es el resultado de la Resolución Nº 170 de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Santa Fe, de fecha 4 de junio del 2004, originada en la presentación de formal queja por parte de la Asociación Vecinal Fisherton “R” y la firma de 307 vecinos de Rosario.
La Defensoría del Pueblo a través de su Área ambiental consideró “riesgosa y preocupante” la situación descripta en caso de producirse precipitaciones de pico histórico (1986-1996) para lo cual la presa debería funcionar en plenitud, sin los déficits infraestructurales enunciados.
12 agosto del 2004
El ministerio de Asuntos Hídricos de la provincia confirmaba que antes de fin de año se licitará la canalización de parte del arroyo Ludueña y los canales Ibarlucea y Salvat que suelen generar inundaciones en el noroeste de Rosario y en zonas rurales cuando llueve más de la cuenta.
Otra obra de importancia que espera su turno desde hace años, es la canalización de la cuenca norte del Ludueña para lo que se debe dragar, reformar puentes y alcantarillas a lo largo del cauce norte del arroyo.
Cabe agregar que esta obra se completa con la construcción de viviendas financiadas por la provincia para un grupo de familias de escasos recursos asentadas desde hace años a la vera del Ibarlucea, las que serán levantadas en un terreno municipal.
Los proyectos de obras en los arroyos Ludueña e Ibarlucea fueron preparados por la Municipalidad de Rosario, mientras que la provincia aportó el del canal Salvat; ahora la Nación pidió una modelación Hídrica de la zona de embocadura del Ludueña, es decir el sector donde comienza el entubamiento del arroyo -este trabajo lo realiza la Universidad Nacional de Rosario-.
El ministerio de Asuntos Hídricos confirma que está encaminado el proceso para tener un sistema de alerta temprana en la cuenca conjunta de los arroyos Ludueña y Saladillo, de modo de prevenir desbordes, inundaciones o lluvias excesivas en la región. (Gacetilla de prensa del Gobierno de Santa Fe)
El Ministerio de Economía incluye en el presupuesto el proyecto "Construcción Presa Retardadora de Crecidas Arroyo Ludueña", cuyo propósito consiste en regular los caudales y controlar las crecidas para evitar inundaciones en la ciudad de Rosario y zonas aledañas, fue finalizado y entregado al 31/12/95. La duración del proyecto fue de dos años, siendo la población cubierta directamente de 65.000 habitantes e indirectamente de 200.000 habitantes.
El Diario La Capital publica el 3 de febrero de 2006: Firman un convenio para controlar las crecidas del Arroyo Ludueña
El presidente Kirchner recibió con premura al gobernador Obeid y al intendente Lifschitz en la Casa Rosada
La sala de situación de la Casa Rosada en Buenos Aires fue el escenario donde el presidente de la Nación, Néstor Kirchner, firmó ayer un convenio que permitirá realizar las obras necesarias para el control de crecidas del sistema hídrico del arroyo Ludueña. El acto fue de trámite tan veloz que casi no les dio tiempo a los participantes para acomodarse en sus sillas. En los escasos 15 minutos que duró la reunión, el gobierno nacional, a través de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, comprometió 17,5 millones de pesos para solucionar "el último problema grave de inundaciones que afecta a Rosario", dijo el intendente Miguel Lifschitz, presente en el acto, junto al gobernador Jorge Obeid.
Lo escueto del acto se debió a que Kirchner tenía superpuesta la agenda de audiencias y decidió apurar el tema con los santafesinos. Igual tuvo tiempo para preguntar por la marcha de las obras públicas de la provincia. Obeid, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y los subsecretarios de Obras Públicas y de Recursos Hídricos de la Nación, José López y Hugo Amicarelli, firmaron el convenio, que prevé un trabajo de 24 meses.
Además de la obra hídrica de la cuenca del Ludueña -cuyo proyecto fue realizado por la Municipalidad de Rosario, la licitación por el gobierno provincial de Santa Fe y la financiación por el gobierno nacional-, Obeid y De Vido también firmaron ayer, junto a funcionarios de Vialidad Nacional y empresas contratistas, dos contratos de obras viales en la ruta nacional Nº11, en el norte santafesino.
Finalizado el acto relámpago, Obeid y su comitiva abandonaron rápidamente el edificio de Balcarce 50, sin posibilitar ningún contacto con la prensa. "No hay conferencia de prensa porque Obeid no quiso", informó a La Capital un funcionario de la sala de periodistas de la Casa de Gobierno. Tampoco fue posible contactar ningún teléfono celular, ni del propio gobernador, ni de ninguno de sus colaboradores.
Por el contrario, Lifschitz, comentó su corta estadía en la Rosada, que incluyó una charla anterior con Oscar Parrilli, en la oficina del secretario general de la Presidencia. El intendente dijo que el jefe de Estado se mostró muy interesado en el avance de la obra pública pendiente en la zona de Rosario y en la provincia en general.
Los trabajos serán en la embocadura del Ludueña y parte de su trayecto, así como en los canales Ibarlucea y Salvat. La obra en el Ludueña comprende el ingreso a los entubamientos por calle Juan B. Justo y el Aliviador II, y el tramo de Jorge Newbery-Eva Perón con "adecuación de la canalización", la protección de los 14 puentes y pasarelas existentes, y la construcción de uno peatonal. En cuanto al Ibarlucea, se ejecutarán puentes en la ruta Nº34, y en las calles Baigorria y Bouchard, además de un puente ferroviario. Sobre el Salvat se harán once alcantarillas en un tramo de doce kilómetros.
Otra nota del decano refleja la lucha de NuMaIn
"El 26 de abril se cumplirán 21 años de las inundaciones en Empalme Graneros. Más allá de la catástrofe, el fenómeno marcó un quiebre en la historia del barrio.
Nunca Más Inundaciones (NuMaIn) fue la agrupación que luchó para concretar la presa del Ludueña. Después se disolvió, pero quedó un grupo de voluntarios que se juntan ante cada amenaza de una crecida o para seguir luchando por las tareas complementarias.
Las inundaciones de 1986 fueron una "catástrofe histórica y sin precedentes", según el intendente de la época, Horacio Usandizaga. Afectó a siete barrios y miles de rosarinos fueron evacuados. El desborde del Ludueña anegó durante tres días las calles y las viviendas de Empalme, hubo vecinos que permanecieron en los techos y otros se mudaron a los terraplenes del ferrocarril.
El doctor Daniel Gurevich tenía 34 años cuando tuvo que sacar las historias clínicas de sus pacientes a la calle porque se le inundó la casa. Hoy recuerda la bronca que tuvo con la gente que fue a mirar la desgracia ajena. Ese sentimiento se repite en varios testigos del momento. Es que el barrio siempre estuvo encerrado y la única salida era la calle Paso.
La bronca se tradujo en lucha y así nació NuMaIn, a una semana de la inundación y bajo la forma de una asamblea popular. "Fue como una forma de resolver los duelos y empezar de nuevo", admite el comerciante Daniel Pavoni (48 años).
El movimiento se gestó a partir de la unión de la gente, más allá de las diferencias. "Se juntaron el cura, el comunista, el empresario y el obrero. A todos les llegó el agua", rememora Leonildo Foresto (82), pionero del grupo junto a otros que ya no están, como Virginio Ottone, el padre Gullián o Domingo Polichiso.
NuMaIn no se quedó en el reclamo y siguió hasta conseguir la obra. Tuvo dirigencia, organización y objetivos claros, justos y plurales. Peleó por una inversión que benefició a otros trece barrios y a una población de 200 mil personas. Participaron voluntades de otras zonas y se complementó la fuerza de los jóvenes con el tesón de los más viejos.
Su gente golpeó puertas y encontró respuestas. El Estado invirtió unos 50 millones de dólares entre la presa, el aliviador, el entubado y otros trabajos.
Una vez concluida la tarea, los dirigentes del movimiento se fueron a casa. Hoy algunos están en una especie de comité de emergencia, "por las dudas", y todavía pelean por lo que falta: canalizar el arroyo Ibarlucea por fuera del municipio de Rosario y el Ludueña desde Newbery hasta la presa.
A pesar de la obra, en los vecinos está presente el fantasma de un nuevo desborde. "Ante cada lluvia se va a ver cómo viene el arroyo, o frente a una inundación, por más lejana que sea, la gente te pregunta qué puede pasar aquí", reconoce el titular de la vecinal, Osvaldo Ortolani, cuya vivienda también se inundó.
Es increíble que hoy, a una cuadra de tubos de 8 metros de diámetro, haya familias que todavía se inunden. No por el arroyo, sino debido al agua que se estanca en las zanjas por falta de mantenimiento.
Empalme cambió después de la inundación. Llegó el progreso: se mejoró el 98 por ciento de las calles, que eran de tierra; ensancharon la avenida Paso; abrieron nuevas salidas (Solís, Génova); hubo nuevas edificaciones y aumentaron los índices demográfico y poblacional.
Claro que los problemas ahora son otros. El barrio toba multiplicó sus habitantes y se consolidó la villa. En ese sector, la desocupación trepa al 90 por ciento y en el resto de la zona al 60. Allí se dio el primer aviso en los saqueos de diciembre pasado.
En muchos anida el germen de un nuevo movimiento que pasa por otro "nunca más", como lo fue el de las inundaciones que se les volvió imborrable.
El recuerdo
A 21 años de su conformación, la gente de NuMaIn recuerda a tres pioneros del movimiento que hoy ya no están. Son el vecinalista Virginio Ottone, el sacerdote Agustín Gullián y el ilustre vecino Domingo Polichiso".
Leonildo Foresto me contó ayer que le costó dormir estos días, estuvo como otros a la vera del arroyo analizando su comportamiento. A la mañana temprano lo tranquilizó la noticia de los 40 cm que había bajado el nivel del arroyo. Hoy 1 de abril de 2007 hace horas que no llueve, algunos vuelven a sus casas con lo poco que tienen a cuesta, el sol no aparece y las aguas bajan turbias, la nota de Risario finalizaba pidiendo a San Pedro que no vuelva a abrir la canilla. ¿Hasta los próximos 470 mm? ¡Ojalá que no!

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