jueves, 10 de enero de 2008

"Gracias, Presidente", primeras palabras de Clara y Consuelo

"De Ingrid no tengo idea hace tres años", expresó Rojas en declaraciones telefónicas a Caracol Radio desde el aeropuerto Maiquetía de Caracas, adonde llegó junto con Consuelo González, la otra liberada. Rojas agregó que fue separada de Betancourt "por razones de seguridad". Clara Rojas dijo además que entregó pruebas de supervivencia de otros secuestrados por las Farc al presidente Hugo Chávez.
Al bajar del avión, Consuelo González fue abrazada entre lágrimas por sus hijas Patricia y María Fernanda Perdomo, quienes la esperaban con flores. Clara Rojas besó una y otra vez a su madre, Clara González, de 76 años, quien se desplazó hasta la escalerilla del avión con una andadera.Los familiares de Consuelo González llevaban camisetas que decían "Libertad para todos ya". A la ex parlamentaria Consuelo González la esperaba también su nieta de dos años, a quien no conocía. En seguida, la tomó en brazos y dijo que esto "es como volver a vivir. A veces pienso que es un sueño".
Luego, las dos familias se abrazaron y besaron mutuamente.
Clara Rojas, de 44 años, secuestrada en febrero de 2002 junto a su amiga y compañera de fórmula presidencial Ingrid Betancourt, debe buscar en Colombia a su hijo Emmanuel, de tres años y medio y quien se encuentra en un albergue estatal en Bogotá.
“Presidente Chávez, gracias por ayudarnos a volver a vivir”, con estas palabras, la ex congresista Consuelo González de Perdomo agradeció al mandatario venezolano por el aporte que hizo para lograr su liberación. Ella y Clara Rojas llegaron esta tarde a tierra venezolana tras haber sido entregadas a una comisión humanitaria de la que hicieron parte el Gobierno venezolano, la embajada de Cuba en ese país y la senadora colombiana Piedad Córdoba.
“Presidente mil gracias por toda su gestión. Presidente no puede baja la guardia. Los que se quedaron le manda a decir eso. Tenemos que seguir trabajando. Mil gracias, señor Presidente, nos está ayudando a volver a vivir”, había dicho la señora Consuelo González al presidente Chávez minutos antes vía telefónica.
Más tarde, en comunicación con Caracol Radio, dio las gracias a la senadora Piedad Córdoba por su labor al lado de Chávez y a su familia, a la que agradeció los esfuerzos para ayudarle a sobrevivir.
Las dos mujeres se veían saludables y bien presentadas. En sus rostros sólo se podía ver alegría y lejos de lo que muchos se imaginaban, no se veían demacradas o con signos de tristeza.
Rodríguez Chacín dijo sentirse satisfecho por lo logrado con esta liberación y aseguró que el Gobierno venezolano está dispuesto a seguir trabajando para lograr un acuerdo que termine en la liberación de los demás secuestrados. “Este es el principio de un camino”, aseguró el alto funcionario.
Alrededor de seis subversivos, hombres y mujeres, las acompañaron durante el encuentro con la comisión humanitaria.
La despedida fue cordial, como si se tratara de amigos que dejan para tomar un viaje de no retorno. Esa fue la impresión que dejó el cuadro presentado por la televisión.

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