Aquella resolución administrativa fue el hecho que llevó al Gobierno a solicitar la intervención de la compañía.
Papel Prensa produce el principal insumo para 170 periódicos de todo el país. En agosto, con la intención de controlar el suministro de papel, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, lanzó una feroz ofensiva
contra la firma.El jueves, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, con el voto unánime de José Luis Monti, Juan R. Garibotto y Alfredo A. Kölliker Frers, afirmó que la CNV violó el derecho de la empresa a defenderse en juicio y actuó fuera del marco de las atribuciones que tiene el organismo.
Papel Prensa es una empresa de la que son accionistas los diarios Clarín , LA Nación y el Estado nacional, que tiene una porción minoritaria.
El Estado nunca objetó la política ni las decisiones societarias. Sin embargo, a mediados de 2009, Moreno comenzó a desarrollar una estrategia clara para apoderarse de la empresa y, por esa vía, controlar el suministro del principal insumo de la prensa gráfica.
Como parte de esa campaña, Moreno -el funcionario que destruyó la reputación del Indec- removió a varios funcionarios estatales que intervenían en los organismos societarios; designó en el directorio a Beatriz Paglieri y reemplazó al entonces titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV) Eduardo Hecker por Alejandro Vanoli.
Como el Gobierno no encontró ninguna irregularidad, Vanoli, desde su nuevo cargo, hizo hincapié en una cuestión formal, la falta de transcripción inmediata en el libro de actas de una reunión de directorio, celebrada a fines del año último. Y la CNV anuló esa reunión de directorio.
Aquella resolución de la CNV -que ahora el tribunal de apelaciones declaró nula- fue el punto de partida que invocó Moreno para pedir a la Justicia que dispusiera la intervención en la empresa: por eso, el juez Eduardo Malde nombró coadministrador a Carlos Bianchi, quien renunció hace dos semanas para no seguir soportando el maltrato de Moreno y de los demás directores estatales.
La Cámara Comercial señaló que "en un vertiginoso procedimiento de apenas diez días hábiles no le garantizó a la empresa el derecho a ser oída ni a presentar pruebas en la Justicia", con lo que violó "la garantía constitucional de defensa en juicio".
La estrategia
Apenas 24 horas antes de ese fallo, Moreno también había recibido otro revés.
Parte de la estrategia del funcionario apunta a sembrar dudas sobre las circunstancias que rodearon la compra de Papel Prensa por los diarios Clarín y LA Nación, operación que se realizó en noviembre de 1976.
Moreno siempre sostuvo que el testimonio de Rafael Ianover, un ex testaferro de David Graiver, sería clave para conocer la verdad. Por eso, llevó a ese hombre a una reunión de la Comisión de Fiscalización de Papel Prensa. Sin embargo, Ianover declaró lo contrario de lo que esperaba Moreno.
"Montoneros le reclamaba a la familia Graiver una deuda de US$ 17 millones y decían que si no pagaban, iban a matar a un miembro de la familia. La familia volvió al país para vender las empresas y pagar lo reclamado. La primera empresa que vendieron fue Papel Prensa a Fapel", aseguró Ianover, que insistió en que "los Graiver necesitaban vender".
Fuente: Diario La Nación
