lunes, 12 de septiembre de 2011

Obligan a radios porteñas a bajar su potencia para que haya más radios

La AFSCA y la CNC trabajan en el reordenamiento del espectro que usan los canales y emisoras. Temen que con falta de controles se premie a los medios amigos del Gobierno
Por: Rodolfo Barros
La profundización del relato oficial comenzará en diciembre cuando el Gobierno reorganice la porción del espectro radioléctrico por el que se propagan las señales de los canales de TV y radios con los propósitos de ordenar el caos que se escucha en el dial, regularizar los medios flojos de papeles y sumar jugadores al mercado.
El de la radio en Capital Federal y Gran Buenos Aires será el más impactado por los cambios. Por un lado, el Gobierno estudia duplicar la cantidad de frecuencias asignadas en la AM cuando la facturación de la publicidad por parte de las emisoras es una de la que menos crece del mercado de medios.
A su vez, limitará la potencia con la que emiten la mayoría de las grandes AM, que aunque no deben excederse de los 25 KW, por razones geográficas y de falta de control de uso del espectro por parte de emisoras sin permiso, duplican o triplican el límite para llegar al público, de acuerdo a lo que relataron tres expertos del mercado, dato que es reconocido por las empresas. Continental del Grupo Prisa y Mitre, de Clarín, están en la mira. Fuentes de dos organismos gubernamentales confirmaron que la Autoridad Federal de Servicios de Comunicacíón (AFSCA) conducida por el candidato a vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, y la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) en manos del interventor Ceferino Namuncurá trabajan en el reordenamiento. El espectro radioléctrico es un recurso natural finito, regulado por el Estado, a través del que despliegan servicios de telecomunicaciones y medios masivos, entre otros. La CNC es la que vigila ese recurso y tiene el poder de policía para castigar su uso incorrecto. Por su parte, la AFSCA es la autoridad de aplicación de las leyes que regulan a los medios.
El ordenamiento del espectro es un viejo reclamo de los medios privados. En las últimas semanas, la Asociación de Telerradiodifusoras Argentinas (ATA), que agrupa a los canales privados abiertos le pidió a Mariotto que le brindara informes sobre las licitaciones en marcha para canales de televisión digital y la regularización del espectro. El presidente de la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA) y director jurídico de Radio Continental, Edmundo Rébora, también le reclamó por el ordenamiento.
Mariotto afirmó el año pasado que el ordenamiento del espectro se realizaría en base a un censo de medios. Los resultados del mismo se prometieron para feberro pasado, pero hasta el momento no tomaron estado público.
Ahora, en la AFSCA se afirma que las bases técnicas del nuevo orden en el dial no surgen de ese censo, que sólo ayudaría a determinar la demanda de licencias en distintas áreas del país, sino de estudios de la CNC. El dato fue confirmado en ese organismo, pero ninguno de los licenciatarios pudo acceder a ese estudio.
Que el censo y el análisis del estado en que se encuentra el espectro no sean públicos enciende las alertas en las cámaras de medios que advierten discrecionalidad en el futuro reparto de espacios.
En el Gobierno aseveran que el reordenamiento se basará en hacer más eficiente las transmisiones, es decir, que se publicarán nuevas normas técnicas para las radios. En la Argentina, las frecuencias se separan con cuarenta megaciclos, es por eso que se escucha la AM 750, del sindicato de porteros en el 750 del dial, y la siguiente estación es Mitre, en el 790. El Gobierno quiere reducir la separación para que entren más radios. La propuesta es que sea de veinte megaciclos.
A su vez, aseguran las fuentes oficiales, se encuentran realizando pruebas para establecer las potencias máximas con las que pueden emitir las radios. La ley dice que las más grandes pueden hacerlo hasta 25 KW, pero en la práctica es mucho mayor. Como esos controles no son efectivos, aseveran en las radios más grandes, se teme que la discrecionalidad sea la norma: que se castigue a unos con la aplicación de los controles y se premie a otros dejando hacer y dejando pasar, de acuerdo con la línea editorial, como el Gobierno hace con el reparto arbitrario de la pauta de publicidad oficial.
Fuente: Diario Perfil

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