jueves, 14 de noviembre de 2013

Mujeres, indígenas y comunicadoras

Por: Paulo López
En este diálogo con Sandra Cossio Colque, comunicadora indígena de Bolivia, nos cuenta que, a pesar de la persistencia de la discriminación y el racismo, han realizado grandes avances como tener sus propias universidades y generar sus propios contenidos audiovisuales en las comunidades.
Sandra Cossio Colque, comunicadora indígena de Bolivia, afirma que son discriminadas tres veces: por ser mujeres, indígenas y comunicadoras
Hacemos una pausa y apenas al traspasar la puerta abordo a Sandra para mantener una breve conversación en el pasillo. Saco presurosamente la grabadora como si temiera olvidar algo, aunque la máxima me quedaría retumbando en los oídos: “Mujeres, indígenas y comunicadoras”.
Ya es el último día del encuentro latinoamericano “Democratizar la palabra en la integración de los pueblos”, que se realizó en la ciudad de Quito entre el 4 y 6 noviembre. Convocados por la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI) y la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), durante las tres jornadas unos 50 comunicadores latinoamericanos compartieron en la sede de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) sus experiencias y propuestas en torno a la democratización de la comunicación desde la perspectiva de la integración de los pueblos.
Sandra Cossio Colque es de la Coordinadora Audiovisual Indígena Originaria de Bolivia (CAIB), que reúne a cinco organizaciones de comunicadores audiovisuales indígenas originarios de diferentes comunidades y etnias extendidas en gran parte del territorio boliviano. Colque, tal es su apellido nativo según manifestó, pertenece a nivel regional a la organización Bartolina Sisa, de la comunidad Clara Mora de Cotoca, Santa Cruz, y es de lengua quechua.
“El CAIB está conformado por cinco confederaciones y desde 1996 reúne a los comunicadores sociales indígenas. Tenemos dos programas de televisión y varias en las radios. Somos 37 nacionalidades en Bolivia y nuestras organizaciones transmiten sobre todo en quechua, en aimara, en guaraní, guarayo y chiquitano”, responde Cossio ante la consulta sobre qué es el CAIB y cuál es su composición lingüística.
Colque relata que en Bolivia deben enfrentar una triple discriminación: por ser mujeres, indígenas y comunicadoras. A pesar de esta situación cuenta que elaboran sus propios contenidos en las comunidades y el objetivo es que sus voces sean escuchadas tanto a nivel nacional como internacional.
“Por ser indígenas nos dicen que no podemos hacer programas ni manejar cámaras. Cuando llegamos a las ciudades nos discriminan. Siempre digo que somos discriminadas tres veces nosotras: por ser mujeres, indígenas y comunicadoras. Nos quieren mandar a la cocina. Al llegar a la ciudad nos dicen: qué hacen ustedes indias y campesinas en la ciudad, nos patean, nos empujan y nos dicen que solo servimos para la cocina, sin conocer el contenido ni la vivencia que nosotros tenemos. Nuestros productos los hacemos dentro de las comunidades y lo que queremos es llegar a nivel nacional e internacional”, expresa.
Las organizaciones del CAIB transmiten principalmente en quechua, aimara, guaraní, guarayo y chiquitano. Foto: CAIB
¿Qué hay con respecto a la ley de comunicación de Bolivia?
En la ley de comunicación hemos aportado desde las cinco confederaciones sobre el tema de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). En la reglamentación hemos pedido que como indígenas se tenga en cuenta nuestro punto de vista. Hasta ahora algunos nos dicen que nosotros qué sabemos de la tecnología, de internet. Pero sí sabemos, conocemos, hemos planteado nuestra propuesta. Hemos hecho el proyecto de la ley de cine. También hacemos cine nosotros. Ahora se va a realizar el premio Anaconda, que es de la Amazonia.

Obviamente que la llegada de Evo Morales a la presidencia no acabó con la discriminación que sufren los indígenas, pero qué avances se dieron luego de este hecho histórico.
Sí, nuestro presidente es indígena, pero la mente colonizada del ser humano necesita un largo proceso para cambiar. Santa Cruz es un lugar bien racista. Persiste muy fuerte eso de que no toleran verte así haciendo ese trabajo que solamente los hombres o la gente de poder tenía. Tiene que pasar un tiempo prudente para que eso vaya a cambiar.
Logramos tener convenios y tener nuestras propias universidades indígenas. El logro más grande fue tener nuestras propias universidades en el país y como comunicadores indígenas poder tener un título académico, cosa que antes no se veía.
Fuente: E´a

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